Consejos para un uso sostenible del agua en la agricultura

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El mundo cada vez gasta más agua de la que la tierra nos puede ofrecer, así que una de las más importantes obligaciones de los agricultores es mejorar el uso del agua en la agricultura.

Regar es una de las tareas más comunes en la actividad agraria, pues sin agua los cultivos no darían producción. Así pues, hacer un uso sostenible del agua en la agricultura es de vital importancia para la sostenibilidad de ésta, y más aún si estamos hablando de cultivos ecológicos. Hay que aprender a utilizar el agua de manera eficiente, para sacarle el máximo partido, causando el menor gasto posible.

Pero además de la sostenibilidad del uso del agua de la agricultura por temas medioambientales, existen muchas razones por las que cuidar el regadío de los cultivos. Si inviertes en mejorar y hacer más eficientes tus técnicas de regadío de los cultivos, estarás potenciando la productividad de estos, ya que estabiliza la producción agrícola frente a los cambios pluviométricos. Esto repercutirá enormemente en tus ingresos agrícolas y no serán tan volátiles.

Así que ya no existen excusas para que no seas más prudente con el uso de agua en la agricultura

Técnicas para mejorar el consumo de agua en la agricultura

Si has tomado la sabia decisión de mejorar el empleo de agua en la agricultura, te dejamos con algunos consejos para que lo consigas.

  1. Seleccionar el sistema de riego más eficiente y que satisfaga las necesidades del cultivo. Un sistema de regadío que consume mucha más agua de la necesaria es el riego de superficie (A manta), en cambio el riego por goteo o por aspersión utilizan menos agua y consiguen alcanzar los mismos rendimientos.
  2. Estudiar las necesidades de consumo de agua del cultivo en cada temporada. De esta manera se podrá ajustar la cantidad de agua a las verdaderas necesidades y no despilfarrarás agua en épocas donde llueve más o el agua está más cara.
  3. Elegir adecuadamente la hora del día en la que se va a regar la producción para así evitar la evaporación del agua. Lo ideal es que se riegen los cultivos en aquellos momentos del día en los que sol no está muy alto, por ejemplo a primera hora del día o última de la tarde, de esta manera procurarás que todo el agua utilizada vaya destinada a su cometido.
  4. Evitar las pérdidas de agua por escorrentía e infiltración fuera del alcance de las raíces, y ajustar el empleo de fertilizantes a las necesidades reales del cultivo y administrarlos adecuadamente para que no se produzcan pérdidas por lixiviación.
  5. Cultivar productos del mediterráneo que sólo necesiten un plus de agua además de la lluvia, en vez de basar toda la producción en agua de riego.